El reciente proceso electoral (2020-2021), el más grande en la historia del país, fue más violento con 1066 agresiones contabilizadas entre septiembre de 2020 y el 6 de junio de 2021, lo que representa un 38% más que en el proceso de 2017-2018, de acuerdo con el último reporte del Indicador de Violencia Política de Etellekt (IVP).
En este periodo 102 políticos perdieron la vida en atentados: 36 de ellos eran aspirantes y candidatos, no obstante, según el informe, los homicidios contra políticos disminuyeron 32.8%, en comparación con el proceso electoral previo cuando se contabilizaron 152 políticos y 48 aspirantes y candidatos, asesinados.
De las 102 políticos asesinados en este periodo, 87 eran hombres (29 aspirantes y candidatos) y 15 mujeres (7 aspirantes y candidatos).
Del total de las agresiones en contra de políticos y candidatos (1066) se tuvo un saldo de 954 víctimas de diversos delitos, de las cuales el 34% son mujeres (343). Mientras que 112 de las agresiones se dirigieron en contra de oficinas partidistas, grupos de militantes y grupos de electores en los centros de votación en donde no se pudo determinar quiénes y cuántas víctimas fueron.
De las 954 afectados, 693 competían por cargos de elección popular en las elecciones (421 hombres y 272 mujeres). El 77% de estos aspirantes se postularon a cargos municipales (alcaldías, regidurías y sindicaturas).
Además, en los seis días previos a la jornada electoral, se cometieron 209 agresiones de
los 6 días presos a la jornada electoral se cometieron 209 agresiones o delitos contra políticos y electores (20% de los 1066 delitos globales), es decir, se registraron en promedio 35 agresiones diarias entre el 1 y el 6 de junio
Opositores, el blanco principal
El 75% de las 954 víctimas de agresiones o delitos globales, eran opositores a los gobiernos estatales.
De la misma forma, el 76% de los 102 políticos asesinados eran opositores a los partidos de los gobernadores; en tanto, de los 36 aspirantes que han perdido la vida en atentados, 31 buscaban cargos de nivel municipal: de estos, el 90% eran al mismo tiempo opositores a los alcaldes que gobiernan los municipios en donde competían.
La mayoría de delitos contra políticos, cometidos en municipios gobernados por Morena: el 34% (361) de las 1066 agresiones. El segundo porcentaje más elevado de agresiones (19%) se presentó en zonas gobernadas por el PAN (200 delitos).
Por alianzas: el 45% de los delitos (479) se registraron en municipios gobernados por el PAN, PRI y PRD (Va por México); mientras que el 38% (409 delitos) ocurrieron en municipios gobernados por los partidos Morena, PVEM y PT (Juntos Haremos Historia).
Además de los 102 homicidios de políticos, perdieron la vida en ataques 14 colaboradores y 41 familiares de personas políticas.
Adicionalmente, asesinaron a 108 servidores públicos sin militancia partidista o aspiraciones políticas, entre los que se encuentran 4 funcionarios electorales; tres de ellos pertenecían al INE: asesinados en Fresnillo, Zacatecas; Nogales, Sonora; y en Tequexquitla, Tlaxcala. La otra víctima, era consejero municipal del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones.
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