Por Teófilo Benítez Granados, Rector del Centro de Estudios Superiores en Ciencias Jurídicas y Criminalísticas (CESCIJUC)
Emerge una nueva tendencia de enseñanza-aprendizaje a nivel mundial: el modelo integral u holismo.
Se trata de un sistema en el que la inteligencia crítica es convenientemente cultivada y metódicamente estructurada solo cuando la persona aprende a seleccionar diferentes patrones mentales para discurrir confortablemente entre diferentes disciplinas.
En el ámbito científico, este objetivo se llama pensamiento crítico interdisciplinario. La clave reside en moldear las facultades de razonamiento para que realice intuitivamente asociaciones profundas de ideas y cruce conceptos desde un campo a otro. Esto sin que tenga que especializarse o convertirse en un experto en todos los campos del saber.
Aplicar la inter disciplina, otra forma de llamarle al holismo, genera que se aprovechen las ventajas de la diversidad y, a la vez, se entiendan los mecanismos con los que crece la inteligencia.
No en vano, existen algunas prácticas en el mundo empresarial que fomentan el holismo. Un ejemplo es la diversidad.
La literatura científica de los últimos cinco años identifica una correlación entre tener una diversidad alta y obtener una mejora en el crecimiento del negocio de más del 20%. Los beneficios de la diversidad en la empresa inciden también en la optimización de la cartera de talento, mejora en la orientación al cliente e incluso un clima laboral más óptimo y también la aceleración de la capacidad de innovación.
Es decir, propiciar la diversidad va más allá de fortalecer la reputación corporativa: tiene un rol trascendental en la productividad. Asimismo, es un eje fundamental del aprendizaje holístico.
Por otra parte, las organizaciones también pueden aumentar el aprendizaje holístico cuando impulsan la imaginación en la resolución de problemas. Aprender a usar el poder de la imaginación de una manera intensiva y eficiente, juega un rol trascendental en la inteligencia corporativa. Una manera de impulsarla es mediante la gamificación en el lugar de trabajo, en la implementación de espacios lúdico/experimentales y en las actividades artísticas. Tales métodos rompen los silos convencionales en la resolución de problemas y permiten asociaciones y enfoques diferentes en la resolución de problemas.
La diversidad también debe incluir las aportaciones cognitivas y de la educación. La diversidad no debe circunscribirse sólo al género, sino a la diversidad generacional, étnica y de formación, por ejemplo. La intención es reunir distintos modos de pensar. Asimismo, este modelo holístico requiere de ambientes convenientes para desarrollarse.
En aras del holismo, es conveniente que la empresa se aleje de la especialización extrema y se opte por un pragmático polimatismo o dominio de varias áreas del conocimiento. Esto refuerza la idea anterior de formaciones diferentes en la integración de los equipos de trabajo.
¿Por qué la diversidad? porque tendemos a relacionarnos con personas con puntos de vista y valores similares a los nuestros. Personas con las que “nos sentimos bien”, amigos o afines que no nos permiten salir de nuestras “jaulas” cognitivas. Así, la empresa que desea el aprendizaje holístico deberá atreverse a experimentar nuevas concepciones de vida y enfoques en el planteamiento y resolución de problemas.
En sí, la exploración interdisciplinaria y la riqueza de género y procedencias cultural y lingüística son formas de capturar y cultivar la innovación aplicada. Primordial para la supervivencia de las empresas.
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