En los últimos 40 años México redujo sus reservar 87.2% y su participación en el mercado mundial es de sólo 0.4% por lo que convendría replantear si conviene invertir en esta industria, dijo Jorge Manrique, Director General de Gobierno de Calidad, consultoría de políticas públicas.
El también Rector del Colegio Jurista dijo que se reducen los ingresos petroleros en México a partir del 2008 por la merma de los niveles de producción interna y la fluctuación de los precios; con una fuerza continua a la baja de éste último y reforzada por los deteriorados niveles del precio de la mezcla mexicana a nivel internacional. “El último pico a favor se presentó en marzo del 2012”.
Más aún, continúa descenso de la producción petrolera en México. El auge de producción se experimentó a principios de los años dos mil y después presentó una tendencia decreciente, aseguró el experto.
La producción disminuyó a una tasa diaria promedio del -4.2% en la década 2009-2019, y su tasa de participación en el mercado del 2.1% en el 2019 y 2.2% en el 2020. Esto mientras el crecimiento promedio que experimentó la producción mundial del petróleo fue en promedio del 0.4%, dijo Manrique.
Según el Rector del Colegio Jurista, el mercado del petróleo demuestra fluctuaciones a nivel internacional, tanto en la demanda como en la producción y en el precio. En la actualidad, el petróleo es el principal insumo de energía a nivel mundial, aunque “las energías renovables en el 2019 contribuyeron a cubrir el incremento del 41& en la demanda de energía”.
En la escala mundial, la demanda del uso de fuentes de energía tiene cambios significativos. Los tres países que mayores consumos tienen de petróleo son China, Irán e India mientras los mayores productores son Estados Unidos, Brasil y Canadá, dijo Manrique.
Vale remarcar que “México redujo su consume de petróleo -88 miles de barriles diarios aunque también disminuyó la producción: -150 miles de barriles diarios”, mencionó el experto.
El mayor consumo de petróleo, dijo, ahora está en Asia Pacífico y América del Norte que absorben el 37.1% y 23.2%, respectivamente. En América del Norte, encabeza el consumo de crudo Estados Unidos con 82.6% del total de la región y el 19.2% respecto al consumo total. China, por su parte, concentra 39.0% del total de la región de Asia y 14.5% del total mundial.
En cuanto a las reservas probadas, el primer lugar lo ocupa el Medio Oriente con 833.8 miles de millones de barriles (mmb) equivalente a 112.9 mil millones de toneladas. Es decir, 48.1% del total. Por países, en primer lugar está Venezuela con 303.8 mmb (17.5%) y Arabia Saudita con 297.5mmb (17.2%) durante 2020, dijo el Director de Gobierno de Calidad.
Manrique dijo que una variable clave en la industria es el precio, pues impacta en el precio de la producción y por ende en el nivel general de precios, así como en los ingresos del Estado por exportaciones petroleras e impuestos correspondientes.
“La fluctuación del precio del petróleo mexicano a nivel internacional es dramático. Pasó desde niveles favorables de precio para las exportaciones mexicanas de 128.09 dólares por barril (dpb) en julio del 2008 y seis meses después se desplomó a 28.42 dpb. Alcanzó un nuevo pico en marzo del 2012 al ubicarse en 117.54 dpb y continuó con una tendencia decreciente hasta llegar a 18.9 dpb en enero del 2016 con un quiere a la alza hasta octubre del 2018. Después presentó una caída inercial de la crisis por la pandemia COVID-19 en abril del 2020 y ahora muestra una recuperación gradual”, aseguró el Rector del Colegio Jurista.
En el contexto internacional, el petróleo proporciona la tercera parte de la energía consumida a nivel mundial y es Estados Unidos el líder en consumo y producción con el 19.4% y 18.6%, respectivamente; la tercera parte de las reservas mundiales se localizan en Venezuela y Arabia Saudita.
Para el caso de México, su consumo corresponde al 50% del uso de energías primarias en el 2019; la producción se ha redujo en la década de 2009-2019 en -4.2% promedio, lo cual se refleja en el valor de las exportaciones petroleras y en los ingresos presupuestarios, ambos indicadores con tendencias a la baja, principalmente por la fuerza de la continua caída en los niveles de producción y reforzadas en algunos periodos por la contracción del precio de la mezcla mexicana a nivel internacional, concluyó Manrique.
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