Por Liliana Silva, especialista en finanzas personales en Cash Cash Préstamos
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Tenemos costumbres profundamente implantadas pero algunas de ellas son dañinas y nos impiden crecer en el ámbito financiero. Entre los consumidores mexicanos éstas son las más perniciosas:
Gastar mucho en el celular. Las personas con mayor riqueza material no cambian de celular continuamente. Así debe estarse al tanto y revisar el plan que se decida comprar, ya que es normal que se elija una promoción que no incluye la cantidad de datos necesarios o que penaliza al pasarse del monto. Conviene analizar antes de contratar el plan para un año, pues hay compañías que al pagar por adelantado reducen el monto e incluyen todos los servicios ilimitadamente. Es posible convertir en inversión y arma de trabajo el móvil en lugar de representar gastos desperdiciados y basura electrónica.
Realizar terapia de compras: La adicción a las compras afecta tanto a los hombres como a las mujeres, y es común comprar para combatir la depresión. Así, conviene salir a caminar sin dinero y pensar dos veces lo que se desea adquirir, ya que este tipo de compras no genera más que una felicidad placebo y una pérdida significativa en la cartera, ya que en su mayoría representa compras de impulso que salen del presupuesto.
Evitar unirse a programas para clientes frecuentes. Tales programas generan ahorros en varios comercios detallistas como la farmacia, cine, restaurantes, hospitales y tiendas de conveniencia. Es recomendable investigar y preguntar en el establecimiento si cuenta con algún programa de fidelización o lealtad y usarlo.
Iniciar el día con un café para llevar. El precio promedio de compra de uno de estos en un establecimiento es de 35 pesos que al multiplicarse por cinco días a la semana durante cuatro semanas equivaldrá a $700 pesos y al año representará $8,400 pesos si solo se consume en días laborales. Las personas con mayores ingresos se despiertan temprano, desayunan en casa y evitan fugas de dinero en costosos cafés.
Consumir comida rápida y sancks. Es común que debido a la rapidez de la vida misma se genere estrés, ansiedad o falta de tiempo de organizar los alimentos y recurrir a la comida rápida o por esto se justifique fumar o tomar alcohol, pero además del gasto generado, se tienen repercusiones en la salud y esto generará más gastos. Cuidarse también genera ahorros.
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