Tras un largo debate, las y los senadores del PRI votaron en contra de las reformas en materia de Guardia Nacional presentadas por el ejecutivo para trasladar el control operativo y administrativo de la corporación a la Secretaría de la Defensa Nacional.
En sus intervenciones, las y los integrantes del GPPRI señalaron que se trata de una reforma que viola la Constitución y es contraria a los acuerdos que hicieron posible la reforma de 2019. Además, indicaron que “con estas reformas, el Estado Mexicano renuncia a la posibilidad de construir una institución de carácter civil y a la promesa del regreso paulatino de las Fuerzas Armadas a los cuarteles”. Y manifestaron su preocupación, porque por que se coloque a una corporación civil bajo el fuero militar.
Igualmente, destacaron que más que razones técnicas, la reforma tiene razones políticas y “politizar la seguridad es extremadamente peligroso”. De acuerdo con los priistas, la reforma busca subsanar las ineficiencias del Gobierno Federal para consolidar la institución, además de su abandono a las entidades y los municipios a los que “no se les han dado los recursos necesarios para fortalecer sus policías”.
En ese sentido, reiteraron su convicción de que la solución a los desafíos de seguridad que vive el país, pasa necesariamente por contar con corporaciones sólidas, capacitadas, equipadas y confiables a nivel local; y subrayaron su compromiso de insistir en que el Senado legisle en esa ruta.
Finalmente, confiaron en que la Suprema Corte declarará inconstitucional esta reforma y anunciaron que solicitarán la suspensión de su aplicación como medida cautelar; e hicieron votos para que esto suceda a la brevedad.
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