Se trata de establecer una política pública que conlleve a objetivos y compromisos del Estado mexicano en esta materia, subraya el legislador
El senador Ricardo Monreal Ávila promueve una reforma para elevar a rango constitucional la protección, preservación y conservación de los animales, que forman parte de la biodiversidad del territorio nacional.
A pesar de que los vínculos estrechos entre las personas y las especies no humanas son una realidad cada vez más palpable, señaló, persisten conductas negativas hacia estos seres vivos sintientes como el abandono, maltrato y descuido, por lo que es necesario reforzar el marco jurídico actual para fortalecer su protección.
De esta manera, el líder de Morena en el Senado busca que la protección de las especies animales no humanas se convierta en una política de Estado, que se constituya en una base fundamental para regir el actuar de las autoridades de los distintos órdenes de gobierno y los diferentes ordenamientos jurídicos de nuestro país en la materia.
La disposición constitucional relativa a que “Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar -consideró el legislador- se erige como una concepción estrictamente antropocéntrica, basada sólo en la protección y mejora de la calidad de vida de las personas”.
En ese sentido, la iniciativa busca establecer el término “protección de los animales”, con el objetivo de poner mayor atención en el animal como ser físico individualizado y sintiente, con la finalidad de reforzar su cuidado.
Tradicionalmente, recordó el senador, los animales se consideran como cosas o bienes, ubicados dentro de la categoría de objetos del derecho; mientras que nuevas voces los sitúan en la categoría de sujetos del derecho, considerando su capacidad de sentir.
El Estado debe velar por la protección de las especies animales no humanas en el contexto de una nueva generación de derechos, agregó el legislador, pues no existe justificación para que no puedan ser sujetos de una protección especial, a partir de la capacidad de sufrimiento y de goce que tienen como seres sintientes.
“El hecho de que los animales de compañía, de trabajo o silvestres no puedan representarse a sí mismos o no alcancen los niveles de desarrollo del ser humano, no significa que sus intereses no deban ser tomados en cuenta”.
Si bien en nuestro orden jurídico nacional se cuenta con la legislación sobre medio ambiente, no existe en la Carta Magna una disposición específica relativa a la protección o el bienestar de los animales.
En este contexto, el coordinador parlamentario de Morena propone reformar el párrafo quinto del artículo cuarto de la Constitución Política, a fin de elevar a rango constitucional la protección, preservación y conservación de las especies animales no humanas, que forman parte de la biodiversidad del territorio nacional.
Se trata, asentó Monreal Ávila, de instituir esta protección como una política pública que conlleve a objetivos y compromisos del Estado mexicano en esta materia.
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