Los químicos y desechos tóxicos, son severos contaminantes en Yucatán. Al menos se tienen el registro de 10 tipos de contaminantes que se encuentran altamente vinculados con la contaminación a las aguas, todos ellos con presencia en esta entidad, aunque en diferente escala e impacto, el primero que podemos definir de ello, son los pesticidas y los fertilizantes.
Un artículo de investigación del Centro Agrícola, realizado por Gabriel Polanco Rodríguez, Teresa Magaña Castro, Jorge Cetz Luit y Rocío Quintal López, integrantes de la Universidad Central “Marta Abreu” de las Villas de Cuba, denominado “Uso de Agroquímicos cancerígenos en la región agrícola de Yucatán, México”, confirma tal impacto, a través de estudios científicos.
En el mismo se refiere, en resumen al alto uso del herbicida glifosato, que entra en la categoría de “pesticidas y fertilizantes”. En dicho estudio concluyen: El uso indiscriminado de agroquímicos altamente tóxicos y en especial el herbicida glifosato, son de preocupación mundial hoy día, ya que producen altos impactos de contaminación para el acuífero y la salud pública. Los suelos kársticos de Yucatán, México, son de vulnerabilidad extrema para la contaminación del acuífero, debido a la fácil filtración de contaminantes.
Tan solo en tres municipios de estudio, Tekax, Dzan y Oxkutzcab se tuvo registro de 69 agroquímicos diversos. Cinco de ellos contenidos en la lista de plagiadas prohibidos y restringidos en México.
Los insecticidas ocupan el 62% del uso en la entidad yucateca, seguido por herbicidas; todos ellos con un elevado potencial de contaminación, según el estudio de los académicos realizado para esta entidad, contaminantes que terminan directamente en el subsuelo.
Otro factor contaminante es el petróleo y el gas, ambos vinculados a la explotación y transportación como contaminantes a generarse por derrames, estos se dispersan rápidamente por el agua al grado de dejarlos inhabilitados por el nivel de contaminación. En esta entidad, existen al menos 300 cenotes conectados en Mérida y zona conurbada; por lo que un suceso de este tipo sería devastador para la entidad.
En Yucatán la presencia de fosas sépticas, y alto consumo de una amplia variedad de químicos no cuenta con un cálculo exacto, pero se sabe que a diario los desperdicios humanos, químicos y y desechos tóxicos conviven a la par y prácticamente en igual de circunstancias.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) tan solo en Mérida existía hasta 2018 poco más de 700 mil viviendas. De esa cifra, más del 50% es considerada como vivienda “antigua”; aquellas que tienen alta probabilidad de contar con fosa séptica a diferencia de los nuevos modelos de desarrollo habitacional que cuenta ya con un sistema de tratamiento de aguas negras.
Diversos estudios han revelado que los peces que aparecen muertos en extraña circunstancia cuentan con rastros de químicos, principalmente perfumes.
El riesgo en la entidad es su gran presencia de cenotes, así como su cercanía a la costa a menos de 40 minutos. Tal condición hace de las “venas” acuíferas auténticas “autopistas” que transportan los químicos contaminantes a las reservas de agua potable, y desde luego al mar.
Por el momento este factor de riesgo se encuentra con mayor presencia en la entidad; por encima aún, de industrias que cuentan con procesos elaborados de tratamiento de desechos.
Además de que existen medicamentos cuyos contenidos terminan en los desechos, estos van también a la contaminación del subsuelo.
Los industrializados
Otro contaminante son los metales y plásticos, así como los productos que derivan de materiales radioactivos, con un fuerte vínculo a las lesiones que infunden a diversas especies animales. Esto sin considerar daños colaterales, como la simple presencia de productos en los cuales, especies terminan atrapadas y posteriormente mueren al convertirse en auténticas trampas.
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